domingo, 3 de junio de 2012

Mi bar

   En mi bar sólo serviré dosis justas de compasión, algo de empatía y unas aceitunas. Mi bar se llamará el Bar "to' lo meo", en honor a los borrachos que crucen sus puertas y a su camarero estrella: Bartolomeo, empleado del mes hasta en Febrero que casi no es ni mes.
   Se permitirá la entrada a todos los corazones rotos que deseen pintar a alguien con su sangre derramada. Ya limpiará Bartolomeo los restos de este líquido al parecer superfluo con una fregona.
   Como dueño y gerente, yo estaré allí todas las noches sentado frente a ese piano de cola, improvisando jazz con un contrabajo, una batería y un martini.
   En mi bar se permite fumar, pero sólo marihuana. Al dueño no le gusta el olor a tabaco.
   Tú tienes copas gratis cuando quieras. Sí, tú, pero sabes que no me gusta que bebas. Desde el escenario te dedicaré los poemas más íntimos ante un público escaso y culto. No tienes por qué darme las gracias, lo hago encantado, sabes que soy así. No necesito que te guste; tan sólo que lo aprecies, al fin y al cabo me quieres.
   Puedo ver tus piernas temblando suplicando que baje a besarte. Igual es por los tacones, quítatelos, pero la carne de gallina te delata... o quizá deba bajar el aire acondicionado.
    Tú debilidad es mi voz cuando hablo. Cuando me acerco ya sabes que no hay marcha atrás y te entregas a la serie de susurros que con malas intenciones profiere una voz profunda.
   Fuera llueve, pero ya estamos mojados. Puede que un paseo por la lluvia te ayude a sentir algo de frío y olvidarte de mí, sin embargo, no has contado con que no te voy a soltar. Este aire bohemio te parece presuntuoso y orgulloso. Lo odias y te atrae y odias que te atraiga.
   No fue culpa mía que entraras aquella noche y te sentarás con las piernas cruzadas en la barra mordiéndote el labio inferior. Tampoco fue culpa mía que finalmente me cogieras de la mano y bajo la lluvia me dirijieras a ciegas a tu casa. Los mordiscos en la espalda, la piel erizada, las caricias con las pestañas y los orgasmos tampoco estaban planeados.

   En cambio, no dejas de ser otra musa sin nombre que inspire sensibilidad en forma de prosa. Te veo en mi realidad, muy pronto.

lunes, 28 de mayo de 2012

Te echaste a perder

Te pusiste maquillaje,
cambiaste tus ropajes.
Temor, miedo a perecer,
te echaste a perder.

Miraste diferente,
rehiciste tu mente.
Tan igual como la gente;
y te echaste a perder.

Perdida y confusa,
sin guía alguna,
entre espada y pared
te echaste a perder.

Probaste a jugar,
a jugar sin normas.
Yo jugué también,
y tú te echaste a perder.


Jugaste a perder y te echaste a perder.


domingo, 13 de mayo de 2012

Un jueves

Labios que no hablan,
Sonrisas mudas sin palabras.
Sin más, una mirada;
Y otra, y otra... No acaba.

Brillos dorados, luces naranjas.
De atardecer se tiñen las mañanas.
Húmedo el humo, seca la garganta,
Y un blanco sobre rosa que difumina mi mirada.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Nothingman, un Don Nadie.

"(...) La idea es, si amas a alguien, y esa persona te ama a ti, no la cagues; porque te quedarás con menos que nada" - Pearl Jam

Las baladas de Pearl Jam vienen muy bien para la extrema depresión, aunque esta no tenga razón de ser. Dejo letra para los que sepan algo de inglés:




Once divided...nothing left to subtract...Some words when spoken...can't be taken back...Walks on his own...with thoughts he can't help thinking...Future's above...but in the past he's slow and sinking...Caught a bolt 'a lightnin'...cursed the day he let it go...Nothingman... Isn't it something?Nothingman...She once believed...in every story he had to tell...One day she stiffened...took the other side...Empty stares...from each corner of a shared prison cell...One just escapes...one's left inside the well...And he who forgets...will be destined to remember...oh...oh...oh...Nothingman... Isn't it something?Nothingman...Oh, she don't want him...Oh, she won't feed him...after he's flown away...Oh, into the sun...ah, into the sun...Burn...burn...Nothingman... Isn't it something?Nothingman...Coulda' been something
Nothingman...


viernes, 20 de abril de 2012

Toc, toc... ¿Se puede?

   ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? ¡Ay! Ahí hay un haya que allá no se halla.

   Hace un tiempo en Septiembre, un día como hoy, le exponía a una chica todas las cosas que pretendía hacer este año. Al terminar mi discurso ella me dijo "¿Y dormir? ¿Has pensado en dormir?"; y como tantas veces me pasa, digo un sí antes de asegurarlo.
   No me he acordado de dormir, o sólo me acuerdo de hacerlo 5 horas al día. Ah, y comer está sobrevalorado también: ayer no comí y oye, tampoco se está tan mal. ¿Qué victimista suena todo esto no? Realmente no es esa mi intención. En verdad me río de mi situación.
   Tengo un tío que es músico. Su vida es el rock, los conciertos a altas horas de la noche, el dinero en negro y dado por un manager borracho, la carretera (kilómetros y kilómetros), horas y horas de ensayos... Toda esta vida de constante movimiento hace mella en su físico. Parece que es más mayor, patas de gallo hectométricas, ojeras constantes... Tengo miedo de que me pase lo mismo y sin embargo, ya me está pasando.
   Igualmente, no es un precio muy alto para la satisfacción que me otorgan todas mis actividades.
   "Yo puedo" me digo, y claro que puedo. No es un "no tengo tiempo"; no, no existe eso. Tiempo siempre hay, la cuestión está en como lo distribuyes (y si es sana esa distribución).

   No sé que razón exactamente me ha llevado a retomar este blog, tampoco sé cuánto tiempo pasará hasta la siguiente entrada (si es que hay). Puede que sea un impulso o que me he comprado un mac nuevo. Qué más da. Distribuyo mi tiempo como quiero.

   Voy a hacer un par de blogs más públicos y menos personales. Informaré.
   Por ahora disfrutemos de una de las mejores covers que he oído hasta ahora, de la mano de Paul Gilbert, versionando a ABBA:




martes, 3 de enero de 2012

Náufragos

   Solo quedan unos pocos. Todo el mundo que los ve los señala con el dedo, ya que destacan entre la mayoría por su ropa ajada y su barba de más de tres semanas. Nadan constantemente luchando contra las olas del mar que son las dificultades de la vida, en busca de una barca a la deriva para poder continuar vivos, salvados. Cada naúfrago tiene una barca ideal, por eso dejan pasar aquellas que no les llenan. Y cuando encuentran esa barca que llevan buscando tanto tiempo, se suben a ella y se sienten a salvo. Se ríen del resto de gente que se conforma con un madero podrido o con una barca que no les calza bien. Ellos prefieren sufrir algo más de tiempo en soledad hasta encontrar lo que buscan, porque la dicha que sienten entonces es mucho mayor que cualquier pedazo de felicidad del resto de hombres. Cuando un náufrago encuentra su barca no le importa nada más, vive por y para ella. Ella es su salvadora y por eso él la ama sin condición. Los naúfragos no buscan sus barcas en bares o discotecas. No saben donde buscar. Ansían encontrarlas por encima de todo, pero parece que ellas a ellos no. Por eso se sienten tan solos.