lunes, 12 de septiembre de 2011

En Vivo 2011

   Vengo de concierto, de oírlo, no de darlo. De oírlo, que no escucharlo, cosa que es casi imposible a no ser que sea en un local cerrado, pequeño y en silencio.
   Por si a alguno de mis lectores le interesa (cosa que no creo, ya que no le he dicho que tengo un blog mas que a un puñado de personas porque no busco fama ni renombre con las cosas cotidianas de mi vida (lo opuesto a Belén Esteban); el escritor de esto blog al igual que 69.976 personas más asistió al festival "En Vivo" en Getafe (Madrid, o casi) de este año.
   La experiencia fue increíble, ya lo creo,  de hecho se puede describir muy bien con este texto de un músico, un tal Juan Abarca que escribe muy bien:

   "No se permitirá la venta de alcohol, la cerveza tendrá cero grados, los refrescos no tendrán gas, los asientos no tendrán almohadilla, el aire no tendrá más que humo y polvo, los bafles no tendrán altavoces, los grupos no tocarán nada, los focos no darán luz, se pondrá a llover seguro, no habrá escenario, no habrá concierto, te pitarán los oídos durante varios días, habrá cargas policiales a la salida sin motivo alguno, habrá cacheos en la entrada (con especial hincapié entre las piernas), habrá tanta gente que no se verá nada, acabarás con tortícolis, agujetas, almorranas, dolor de cabeza, malestar general, vómitos, hemorragia interna, hemorragia externa, cirrosis, cáncer, legionelosis, benemeritosis, verborrea, amputaciones, arcadas, te robarán la cartera, la chupa, la virginidad, tu juventud (divino tesoro), te pondrán un ojo morado, te pondrán el otro ojo morado, te quedarás sin dientes, sin ilusión, sin ganas de vivir."

   ¿Y esto a cuento de qué? Bueno, resulta que los cabrones de los organizadores pusieron el agua de los baños no potable, con lo que se embolsaban aún más dinero por la compra de botellas de agua. Yo no lo sabía y bebí, así que entre tanto humo, polvo, mala comida, mala agua, malestar general, malestar coronel, me entró una diarrea brutal y como no, en el recinto de conciertos no había papel higiénico. Mis amigos y yo nos devanamos los sesos pensando con que me podría limpiar el culo ¿hojas? no hay árboles, ¿piedras? ni Chuck Norris lo haría... Por suerte había un cartel pegado en la pared del baño que anunciaba un concierto de un grupo llamado "Mamá Ladilla". Que coincidencia, es el grupo de Juan Abarca, que aparte de buen músico, es mi tío. Así que, se podría decir que me limpié el culo con el grupo de mi tío, sin animo de ofender, nada más lejos.
   Otra cosa a resaltar del festival fue que la mayoría de los que pensamos que escuchamos buena música nos hemos preguntado alguna vez "¿dónde están las mujeres bellas a las que les gusta la buena música? ¿acaso son una raza en extinción que parece que no hay ni una?" En este festival había a patadas ¡oiga!

  Como soy músico y me gusta dar mi opinión sobre estas cosas hablaré un poco sobre las actuaciones que creo, resultaron más impactantes y buenas:

Los Suaves: la primera vez que les veía. El cantante tenía un colocón más grande que su barba. Sacó unas maracas y al final del concierto intentó escalar por un cartel... se lo llevaron los de seguridad y terminaron el concierto sin él. En general muy bien, pero no es el género que más me gusta.

Mägo de Oz: es un grupo con el que mi generación empezó a escuchar música en serio, y por eso, ahora que han empeorado tanto, nos sentimos defraudados. Se nota mucho de que pierna cojean, aunque siguen siendo muy buenos como músicos. Una vez mi tío me contó que el bajista de Mägo de Oz le dijo que en los conciertos tenían que pedirle al tecnico de sonido que bajara el volumen del bombo, que les despistaba. Esto es porque el batería de esta banda (Txus di Fellatio) no es que toque mal (como muchos dicen) si no que intenta hacer cosas más difíciles de lo que en realidad puede y claro, no lo consigue. Bueno, completamente cierto, estaba al lado del amplificador de graves y de verdad que no podía el pobre hombre.

Bad manners: lo poco que vi me encantó, en especial la voz del cantante y la increíble variedad de síncopas que con el ritmo ska y originalidad generaban un ambiente excelente. Muy recomendables.

Trashtucada: otros que no conocía ni de vista y me impresionaron. La trashtucada es un estilo para bailarlo. Mucho ritmo, mucha percusión. Cantaban un hombre y una mujer y el percusionista a veces se les unía, formando 3 líneas de voz distintas que quedaban genial. Momento cúlmine cuando el cantante pregunta al público "¿Quéreis fiesta?" y el público responde con alaridos y aplausos. El cantante decepcionado decide preguntarlo de otra manera: "¡¿Queréis fiesta o no hijos de puta?!" a lo que la audiencia respondió gritando aún más si cabe y haciendo ruido.

Guerrilla:  son un tributo a Rage Against the Machine. Solo diré una cosa: clavados. No he visto en mi vida a un grupo que copie tan bien a otro.

Angelus apatrida: a estos señores les tengo que escuchar más. Son trash metal puro y lo hacen de miedo. El cantante estaba todo el rato cagandose en Dios del calor que hacía.

Mojinos escozios: ¡los Curros Romero del rock n' roll! este es un grupo compuesto por dos catalanes y tres andaluces (y un pianista que contratan) que se conocieron en un bar en Madrid. Les había visto ya en directo, pero es que esta vez se salieron de la tabla. Tres chicas les enseñaron las tetas... a lo mejor por eso fue una actuación tan buena. Verlos en primera fila no tiene precio.

O' Funk'illo: el bajista de este grupo hace honor al estilo del grupo por el que tienen ese nombre. No he visto a nadie mover los dedos así desde John Myung (Dream Theater) o el bajista de Manowar. También muy recomendables.

Koma: grupo heavy español. Me gustaron desde el principio, empezaron con un tema que se llamaba "imagínatelos cagando". El cantante era clavado a James Hetfield (Metallica) y el guitarra solista tenía un aire a Kirk Hammet (Metallica también).

Celtas Cortos: este grupo a pesar de haber perdido muchísimo desde el año antes de que se fuera el cantante, demuestra en los directos que siguen siendo los mismos músicos humildes, cercanos al público y que narices ¡los mejores en su estilo! Ya los había visto otras veces, pero nunca en primera fila. Por alguna razón el violinista no paraba de mirarme... Nos echaron una foto y todo con sus iPhone super guays.

Sôber: los vi mientras guardaba sitio para ver a The Offspring. Lo hicieron muy pero que muy bien, se intercambiaron los instrumentos que es algo que queda muy bien siempre y en general fue una actuación de 5 estrellas. Poco más porque casi no podía verles.

The Offspring: no se porque lo escribo, no lo hicieron tan bien. El recinto de conciertos estaba preparado para 50.000 personas, estos tíos convocaron a 70.000 cuando tocaron. Tal era la aglomeración que cuando empezó el concierto todo el mundo empujaba para alante hasta tal punto que los que estábamos en las primeras filas tuvimos que salir de allí como pudimos porque a penas podíamos coger aire para respirar. Chicas gritando y llorando pidiendo salir, ataques de ansiedad, de asma, agentes de seguridad llevándose a gente esposada, el SAMUR que no daba a basto... y todo para ver a un grupo que en el fondo no es tan bueno. Es más, se les nota la edad. Destacar que por ejemplo en una de sus canciones más famosa,s Why don't you get a job, que empieza solo con percusión y sin ningún instrumento armónico, el cantante entró en un tono y cuando entró la guitarra acústica se dió cuenta que no era el mismo en el que estaba cantando, obligando a subirse casi un tono. Esto no tiene perdón porque podría haberse dado el tono antes de empezar a cantar o ni siquiera eso, ya que la canción que tocaron antes de esa estaba en el mismo tono. Para qué hablar, este enlace explica con total exactitud lo ocurrido en el concierto de The Offspring: http://www.rollingstone.es/concerts/view/offspring-aburre-ante-70-000-personas-en-madrid

The Locos: es un grupo de ska-punk muy parecido a Ska-P, vamos, casi igual. A lo mejor es porque el cantante de este grupo es el segundo cantante de Ska-P. Canciones muy pegadizas, un ritmo ska genial para bailar y un grupazo que hay que esuchar.


   En resumen, que contrariamente a todos mis pensamientos resulta que no hay que irse a Viena para escuchar música buena, que en España también la hay y porque por el mero hecho de que seamos españoles no debe ser menospreciada o prejuzgada.




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